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»¡Pobre de ti, Babilonia! Te hiciste rica con los bienes de otros y pensaste que ningún mal te alcanzaría por haber puesto tu residencia en zona muy alta y bien protegida. 10 Por los homicidios cometidos, has llenado de vergüenza a tu nación. Al destruir a muchas naciones te buscaste tu propio mal, cavaste tu propia tumba. 11 Ahora la venganza la tienes en tu propia casa. Las piedras de tus casas claman contra ti, y las vigas del techo les hacen eco.

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